Los últimos dos años han sido únicos. La humanidad ha vivido algo impensable, inimaginable, como salido de algún sueño o pesadilla: una pandemia debido a una enfermedad llamada coronavirus o COVID-19, cuya propagación ha sido exponencial. Las políticas gubernamentales de salud en todo el mundo han incluido un conjunto de medidas de precaución para detener la propagación del virus y una de estas fue el distanciamiento social. En consecuencia, muchos negocios cerraron temporalmente para limitar la propagación del virus, lo que obligó a las empresas a adaptarse rápidamente a esta nueva realidad, innovando de distintas maneras para seguir en operación. Una de estas innovaciones, impulsada por diferentes organizaciones, ha sido la utilización de diferentes canales para hacer llegar sus productos y servicios a sus clientes.