Con la participación de Martha Arévalo, investigadora del Centro de Comercio Detallista de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
La industria de la moda, conocida por su rápido ciclo de producción y consumo, se enfrenta a un desafío crucial: su impacto ambiental. Con diseños actuales y precios asequibles, la "fast fashion" se ha convertido en una opción popular para muchos consumidores que quieren renovar constantemente su indumentaria.
Sin embargo, esta industria es una de las más contaminantes, al generar 10% de las emisiones de carbono causadas por la humanidad, y es la segunda mayor consumidora de agua a nivel mundial.
Ante esta problemática, Martha Arévalo, profesora e investigadora de Mercadotecnia y Análisis en la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, destacó que las nuevas generaciones están impulsando cambios hacia un enfoque más sustentable, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Tanto los consumidores como los minoristas han comenzado a favorecer un consumo colaborativo que incluye opciones como la compraventa de ropa de segunda mano y la renta de vestidos y otras prendas. Arévalo señaló que, aunque antes estas opciones no eran respaldadas por grandes marcas, ahora se están adoptando. Un ejemplo de esto es la inclusión de servicios de renta de ropa en tiendas como Liverpool, en Andares.
También está el caso de Zara Pre-Owned, donde...
Publicado originalmente en Mural.